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¿Qué es on-premise?
En el mundo de las TI en constante evolución, las empresas se enfrentan constantemente a la siguiente pregunta: ¿instalación local o computación en nube? Pero, ¿qué es exactamente "on-premise" y en qué se diferencia de la computación en nube? Se lo explicamos.
¿Qué significa on-premise?
El término on-premise, u on-prem para abreviar, significa algo así como "en su propio entorno". Como sugiere la traducción, on-premise se refiere a un modelo de licencia y uso de software en el que las empresas utilizan el software en su propio hardware. Esto significa que las empresas ejecutan el software en sus propios centros de datos o en servidores alquilados. Con las soluciones en la nube, las aplicaciones de software se ofrecen como un servicio a través de Internet y son gestionadas por proveedores externos. Durante años, la solución on-premise se consideró el estándar probado y se sigue utilizando hoy en día debido a sus numerosas ventajas.
¿Cuáles son las ventajas de las soluciones locales?
La mayor ventaja es obvia: las empresas conservan el control sobre sus datos y sistemas. La instalación local les permite aplicar las directrices de seguridad según sus propios requisitos. Las empresas con requisitos de protección de datos más estrictos o con datos sensibles se benefician especialmente de este tipo de modelo.
Además, las soluciones locales ofrecen la posibilidad de controlar totalmente los costes, ya que las empresas no están atadas a suscripciones continuas, como ocurre con muchas ofertas en la nube. En lugar de pagar cuotas mensuales, las soluciones on-premise permiten a las empresas planificar sus inversiones de antemano y realizarlas según sus necesidades.
No obstante, el uso de soluciones in situ conlleva algunos retos. Operar y mantener el hardware y el software requiere recursos costosos, como mano de obra cualificada y tiempo. Las empresas deben ser capaces de realizar actualizaciones periódicas para garantizar la seguridad y el rendimiento de sus sistemas.
Otra desventaja del software in situ es el aspecto de la escalabilidad. La mayoría de las organizaciones planifican sus recursos informáticos de antemano y a menudo necesitan adquirir hardware y software adicional para apoyar el crecimiento. El resultado son unas inversiones iniciales elevadas y una flexibilidad limitada, sobre todo cuando cambian los requisitos de la empresa.
¿Cuál es la diferencia entre computación local y en nube?
La computación en nube ofrece un enfoque alternativo al suministro de recursos informáticos. Una solución en la nube permite a las empresas ampliar su infraestructura informática de forma más flexible y proporcionar los recursos que necesiten. Como sugiere el nombre "Software as a Service", o SaaS para abreviar, la computación en nube implica la adquisición de software como servicio. Esto significa que las empresas ya no tienen que preocuparse del funcionamiento y mantenimiento del hardware y el software, ya que de ello se encarga el proveedor de la nube. Esto significa que las actualizaciones se instalan regularmente en segundo plano y que cualquier brecha de seguridad que se descubra se cierra sin ningún esfuerzo adicional.
La seguridad es siempre un tema candente de debate. Mientras que los datos locales permanecen en su propio sistema, los datos de SaaS se transfieren al centro de datos del proveedor. Dependiendo de la experiencia y el personal informático de su propia empresa, puede ocurrir que los proveedores de la nube tengan más experiencia y, por tanto, puedan ofrecer una protección mayor y más completa. En este contexto, es crucial elegir un proveedor especialmente fiable que trate la protección de datos como una prioridad absoluta.
Las soluciones en la nube suelen venderse mediante modelos de suscripción, lo que significa que es de esperar que los costes de funcionamiento sean más elevados. En cambio, las soluciones in situ están asociadas a un precio de compra único y ofrecen a cambio un derecho de uso permanente.
Una estrategia óptima para las empresas suele ser una combinación de soluciones locales y en la nube. Esto permite a las empresas gestionar los recursos de una manera preparada para el futuro y operar económicamente al mismo tiempo. El software instalado localmente ofrece ventajas estratégicas, mientras que las soluciones en la nube ofrecen escalabilidad y flexibilidad. La combinación permite aprovechar las ventajas respectivas y realizar ajustes individuales, lo que resulta especialmente atractivo para las medianas empresas que desean actuar de forma orientada al futuro.
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